ALIMENTOS REGULADORES
para equilibrar tu energía
Existen alimentos que pueden ayudar a armonizar el organismo, rompiendo con bloques energéticos y manteniendo el estado de salud natural.
La Medicina
Tradicional China contempla un tipo de alimentos tonificantes, aquellos que
pueden ayudar a estimular una parte del cuerpo, así como una función muy
concreta del organismo. Estos resultas muy eficaces sobre todo en estados
crónicos.
Por otro lado, reconoce la
existencia de otros reguladores, que son aquellos cuya función es que el
organismo trabaje correctamente; son los encargados de proporcionar al cuerpo
los nutrientes que éste no produce de manera natural y que ayudan a regular funciones
vitales como la digestión, además de protegerlo de enfermedades.
Los nutrientes ayudan a la
disponibilidad y el desplazamiento de las sustancias dentro y fuera de las
células. Regulan procesos biológicos tan importantes como la coagulación de la sangre.
Este grupo está integrado principalmente por frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales, ricos en vitaminas, minerales y fibra; de bajo aporte calórico y proteico, pero alto en agua y sin contenido de grasa.
La fibra ayuda al tráfico
intestinal y elimina desechos como el colesterol. Está presente en zanahorias,
tomates, pepino, melón, frijoles, manzana, naranja, lentejas, papas y cereales
integrales.
Mientras las vitaminas
favorecen el proceso de transformar la energía y reforzar el sistema
inmunológico. Las tienen casi todas las frutas y hortalizas.
Por su parte, los minerales
forman parte de los tejidos, intervienen en el proceso de crecimiento y
reproducción muscular, entre otras.
Siguiendo la tradición de la medicina China, los alimentos regulares tienen
funciones específicas, como son:
- Fortalecer la circulación
sanguínea: cebolla,
berenjena, melocotón, pimienta, vinagre, azúcar morena, frambuesa.
- Combatir el exceso de
flemas: ajo,
cebolla, berro, rábano, champiñones, aceitunas, almendras, plátano,
toronja y tomillo.
- Aumentar la energía
biológica: ajo,
zanahoria, rábano, anís, albahaca, entre otros.
- Eliminar líquidos y toxinas: cebada, algas, lechuga, uvas.
- Contrarrestar el exceso de
humedad: ajo,
apio, cebolla, maíz, centeno, limón, champiñones, rábano, perejil, té
verde, etc.
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